MEDALHA DO RETORNO / Medalla del regreso

 Cristine no arremesso de disco. Foto: Bruno Dietrich

Grafiteira, cabeleireira, atleta e gaúcha de Porto Alegre. Cristine Neher é uma mulher de muitas facetas e, em 45 anos de vida, teve sucesso no desempenho de todas elas. Após um longo período de afastamento do esporte, ela retorna no 20º Mundial Master de Atletismo 2013 (WMA, sigla em inglês) para provar que não existe idade ou condição física que limite o espírito de um competidor. No evento deste ano, já conquistou a medalha de bronze no arremesso de martelo, atingindo a marca de 36,68m e bronze no pentathlon.

Cristine começou sua trajetória ainda adolescente. O primeiro título, e também o mais importante, foi um Campeonato Sul-Americano de Menores – faixa etária até 16 anos – onde bateu o recorde da categoria. Além deste, se sagrou campeã brasileira e sul-americana Juvenil; neste último, por dois anos seguidos. Como marcas pessoais, bateu o recorde juvenil de disco e dardo na faixa menor, e recordista, como juvenil, do disco e do dardo adulto. Mas seria em 1986 que viria a consagração: conquistou o segundo lugar no ranking adulto, se tornando a segunda melhor atleta da modalidade no país. “Eu era um talento nato”, lembra.

Vencedora em competições nacionais e internacionais, Cristine interrompeu sua carreira aos 24 anos, após sofrer uma grave lesão no ligamento cruzado do joelho esquerdo. Durante os anos de afastamento, ela se dedicou ao desenho, arte que diz ter um dom. Em Porto Alegre, esta é a atividade que lhe dá o sustento, “Faço desenhos na cabeça das pessoas”, explica. Sua predileção, entretanto, é pelo grafite, onde cria imagens para fachadas comerciais, quartos, salas, etc.

O retorno ao esporte aconteceu após um encontro com ex-atletas. Lá ela tomou conhecimento do Mundial de Atletismo Master de 2013, realizado em Porto Alegre. Da decisão da retomada carreira até os primeiros meses de treinamento surge uma palavra: cautela. “Comecei devagarzinho, pois eu sabia dos meus limites físicos”. Para ela, a readaptação do corpo às exigências físicas é o mais difícil. “Voltar 21 anos depois é mais complicado do que se manter no auge”. Praticando há oito meses, garante ainda estar longe do ponto em que pode chegar.

Pessoa de sorriso fácil, Cristine viveu muitas histórias no esporte, mas lembra de uma em especial. Ela e outros três atletas estavam viajando para um Sul-americano no Equador. Momentos antes do grupo passar pelo o pórtico do hotel, alguns atletas argentinos hospedados no prédio jogaram um balde d´água em Cristine e seus amigos. “Fomos até o quarto deles com o objetivo de bater na porta e sair correndo”. O plano, entretanto, não saiu conforme o esperado. Os quatro bateram ao mesmo tempo e a porta caiu com a pressão. “Foi um escândalo. Nos mandaram mais cedo pra casa”, conclui com uma risada.

Texto: Gabriel Guidotti, estudante de Jornalismo do IPA voluntário no WMA 2013.
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Medalla del regreso

“Grafiteira” (artista que hace grafiti), peluquera, atleta y gaúcha de Porto Alegre. Cristiane Neher es una mujer de muchas facetas y, a los 45 años, logró éxito en todas ellas. Después de un largo periodo de alejamiento del deporte, ella vuelve en el 20º Mundial de Atletismo Master (WMA, sigla en inglés) para probar que no hay edad o condición física que limite el espíritu de un competidor. En los eventos de ese año, ya conquistó la medalla de bronce en el lanzamiento de martillo, obteniendo la marca de 36,68m, y bronce en el pentatlón.

Cristiane empezó su trayectoria aun en la adolescencia. Su primer título, y también lo más importante, fue un Campeonato Sudamericano de Menores – hasta los 16 años – cuando batió el record de la categoría. Además, fue campeona brasilera y sudamericana juvenil de lanzamiento de disco y jabalina en la franja menor, y recordista, como juvenil, del disco y jabalina adulto. Pero sería en 1986 que llegaría la consagración: conquistó el segundo lugar en el ranking adulto, volviéndose la segunda mejor atleta de la modalidad en el país. “Yo era un talento de nacencia”, rememora.

Vencedora en competiciones nacionales e internacionales, Cristiane interrumpió su carrera a los 24 años, después de sufrir una lesión grave en el ligamento cruzado de la rodilla. Durante los años de alejamiento, ella se dedicó a los dibujos, arte que dice tener un don. En Porto Alegre, esa es su actividad que trae sustento. “Hago dibujos en la cabeza de las personas”, explica. Su predilección, todavía, es por el grafiti, donde crea imágenes para fachadas comerciales, habitaciones, etc.

El regreso al deporte fue después de un encuentro con ex-atletas. Allá, tomó conocimiento del Mundial de Atletismo Master de 2013, realizado en Porto Alegre. Desde la decisión de volver a su carrera hasta los primeros meses de entrenamiento, surge una palabra: cautela. “Empecé despacito, pues sabía de mis límites físicos”. Para ella, la readaptación del cuerpo a las exigencias físicas es lo más difícil. “Volver 21 años después es más difícil que mantenerse a tope”. Entrenando hace ocho meses, garante que aún está a lo lejos del punto en que puede llegar.

Persona de sonrisa fácil, Cristine vivió muchas historias en el deporte, pero recuérdese de una en especial. Ella y otros tres atletas estaban viajando a un Sudamericano en Ecuador. Momentos antes de pasar por la puerta del hotel, unos atletas argentinos huéspedes del mismo lugar tiraran un balde con agua en Cristine y sus amigos. “Fuimos hasta su habitación para tocar la puerta y salir corriendo”. Pero el plan no salió como esperado. Los cuatro tocaran la puerta a lo mismo tiempo, y la puerta cayó con la presión. “Fue un escándalo. Nos mandaron más temprano para casa”, concluyó con una risotada.

Traducción: Soraya Bertoncello